lunes, 16 de abril de 2012

STUDY HABITS


Cómo ayudar con las tareas sin estar presentes
Hoy es común que ambos padres trabajen y lleguen tarde a la casa, por lo que no pueden estar con sus hijos cuando necesitan ayuda con sus tareas. Esto puede generar culpa en los progenitores. Pero hay formas de apoyarlos desde la distancia. Sin embargo, la clave es enseñarles hábitos de estudio desde pequeños para que se vayan haciendo autónomos a medida que crecen.
"El hábito de sentarse a trabajar es lo más importante", dicen los profesores. Para lograrlo hay que inculcar en los niños una actitud positiva hacia el trabajo. Se estima que sólo alrededor del 10% de los menores siente amor innato por aprender y aunque no sean estimulados en sus casas les va a gustar estudiar. Pero a la mayoría hay que enseñárselo.

La edad preescolar es la mejor para comenzar. En esta etapa no se trata de tareas complejas sino de entusiasmar a los niños con actividades. Pueden dibujar, pintar, pegar. Hacer trabajos entretenidos de alrededor15 minutos. Los fines de semana cuando los padres están es bueno que los hagan juntos porque si el pequeño los realiza con las personas que más quiere en el mundo le van a gustar más.

"Educar hábitos de estudio se hace como cualquier otro hábito, es decir, debe ser cotidiano, en una hora fija, en condiciones fijas y con los materiales apropiados", plantea la psicóloga Pía Sius. La meta es alcanzar el mismo automatismo con el que uno se lava los dientes, es decir hacerlo sin mayor cuestionamiento. Para lograrlo hay que motivar al niño, que el estudio tenga un sentido para él. Cuando son menores pueden trabajar para aprender a leer como los adultos. Hay que hacerles verque pueden usar sus propios intereses relacionándolos con las actividades escolares.

Lo ideal es que aprendan a estudiar en el colegio y que ésto se refuerce en la casa.El colegio o los profesores del niño pueden cambiar, pero la familia se mantiene. Por ello aunque los padres no estén en la semana deben apoyar a sus hijos interesándose por lo que hacen y ojalá desarrollando actividades entretenidas los fines de semana, como leer juntos cuentos o libros.

Por su parte el adulto debe estar convencido de que las tareas son importantes y no descalificarlas con frases como "no se para qué los mando al colegio si el trabajotengo que hacerlo en la casa" ya que ésto puede generar ambigüedad en el menor y darle motivos para no esforzarse.

Otro elemento importante es ayudar a los hijos a organizar el estudio. Para ello es clave negociar un horario fijo para hacer las tareas.

Otro punto es procurar las condiciones físicas y ambientales apropiadas. Hay niños que pueden concentrarse en cualquier parte, pero la mayoría necesita un lugar tranquilo (ojalá no en el comedor), libre de estímulos externos como la televisión. Lo ideal es que tenga su propia mesa de trabajo, con buena luz y con todos los materiales necesarios al alcance (lápices, borrador, libros, etc).

Además es importante que los trabajos sean evaluados. Son un esfuerzo y resulta frustrante cuando las profesoras los dan y luego no los revisan. Los padres deben velar porque estén hechos pero no necesariamente correctos. "Si los papás llegan a las 9 de la noche nunca hay que obligar al hijo a rehacer una tarea entera si está mala, ya que éstas son para aprender y se esperan errores".



Cuando los progenitores no están presentes a la hora de las tareas pueden llamar por teléfono para recordar que es la hora del estudio o preguntar sobre los deberes escolares del día. Además se puede capacitar al adulto que esté con ellos a esta hora (por ejemplo la nana o la abuela) en el uso de textos básicos como diccionarios o enciclopedias.

Si los niños no hacen sus trabajos hay que imponerles restricciones como menos horas de televisión o cancelar el paseo del fin de semana. "Hay que enseñarles que no cumplir con los compromisos adquiridos trae consecuencias", afirma Pía Sius. Además es bueno que sepan que los papás van a mirar en sus cuadernos en la noche aunque ellos estén durmiendo. "Para poder aportar a su aprendizaje los progenitores deben saber que materias están viendo. Hojear sus cuadernos permite hacerse un panorama rápido, incluso de la calidad de enseñanza que reciben".

Muchos padres sienten culpa por no poder estar con sus hijos a la hora de las tareas. "Hay progenitores que realmente no pueden trabajar menos pero hay otros que a veces prefieren en el fondo estar fuera de la casa. Si es imposible llegar temprano no hay motivos para tener culpas ya que su labor está permitiendo que el menor vaya a la escuela y tenga ciertos recursos. A veces cuando los niños ven que sus padres se esfuerzan en trabajar aprenden viendo un modelo de adulto que se organiza y persevera", concluye la psicóloga Sius.

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