LA ATENCIÓN Y LA CONCENTRACIÓN DE LOS NIÑOS
Cómo favorecer la
concentración de los niños
El
entorno de un niño está repleto de informaciones, novedades y estímulos. Tal
vez, por eso, sea difícil para ellos mantener una atención y una concentración en los estudios y en sus tareas de un
modo particular.
La
atención general que requiere cualquier aspecto novedoso en su vida presenta,
en ocasiones, dificultades en el aprendizaje.
La
atención: base del aprendizaje
A través de la atención, nuestra mente puede
centrarse en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro alrededor para
ignorar todos los demás. Con la concentración, una de las habilidades fundamentales en el proceso de
conocimiento, mantenemos la atención focalizada sobre un punto de interés,
durante el tiempo que sea necesario. Sin concentración es prácticamente
imposible aprender algo, por tanto, la concentración es
imprescindible para el aprendizaje.
Consejos para favorecer la atención
y concentración
1. Evitar distracciones.
Prescindir de todo aquello que pueda distraer la atención del niño: problemas
personales, de familia, falta de objetivos, ruidos, etc.
2. Diversificar
las tareas. Cambiar de materia o asignatura de estudio cada cierto tiempo. Los
cambios ayudan a iniciar el proceso de atención y así el niño podrá mantener la
concentración por más tiempo.
3. Crear
rutinas y hábitos de estudio. Conviene empezar a estudiar todos los días a una hora fija para
conseguir un buen rendimiento cerebral. Si una persona se acostumbra a hacer el esfuerzo de concentrarse todos los días a la
misma hora, al cabo de unos días logrará que su mente se concentre con más
facilidad a esa hora.
4. Marcar
tiempos. Es necesario establecer un tiempo para realizar cada
tarea o actividad y que se exija realizarla en el tiempo previsto.
5. Organizar
tareas. Conviene realizar las tareas más difíciles cuando el
niño esté más descansado.
6. Centrar
la mente. Para estar a pleno rendimiento,
la concentración requiere un calentamiento previo, que puede consistir en
dedicar unos minutos (no más de cinco) a tachar algunas letras (elegir alguna)
de una hoja de periódico. A continuación, puede pasar a hacer la actividad
programada.
7. Trazar
metas y objetivos. Es muy importante que el niño tenga claras
las metas a alcanzar. Cuando queremos algo de verdad y con fuerza, movilizamos
muchos de nuestros recursos para tratar de alcanzarlo. Por tanto, si el niño
tiene claro su objetivo en el estudio, más de su parte pondrá para conseguirlo.
8. Intercalar
descansos. El proceso de atención sigue una curva que suele
decaer con el tiempo. Por ello, es conveniente intercalar descansos para recuperar la concentración.
9. Sintetizar
y resumir. Resumir mentalmente lo que se ha escuchado durante
una explicación y apuntar con frases cortas los detalles de más interés es una
buena técnica para ejercitar la atención.
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