ENSEÑAR
BUENOS MODALES Y ETIQUETA A SUS HIJOS
A través de los tiempos muchos padres prefieren no aplicar ciertas
técnicas de las que fueron “víctimas” cuando eran niños, descuidando la
enseñanza de la disciplina, conducta apropiada y buenos modales en sus propios
hijos.
Aquí pretendemos compartir algunos consejos ligeros de cómo iniciar un
proceso donde la educación de buenos modales sea un elemento en la comunicación
entre usted y su hijo. Para
cualquier padre es una gran satisfacción escuchar que su hijo está bien
educado. Es el reconocimiento a una ardua tarea que los progenitores deben
iniciar desde muy temprana edad. Inculcar a un niño buenos modales y normas de
comportamiento le ayudará en el futuro en su proceso de socialización y le
permitirá adquirir valores y actitudes imprescindibles para relacionarse con
los demás. La paciencia y el buen ejemplo son las principales herramientas para
conseguirlo.
Nunca es muy tarde, ni muy temprano para comenzar.
1.
Dele un buen ejemplo. Es injusto
esperar por la cortesía de un niño si los padres no son educados en el trato
con ellos. De manera, que refiérase a sus hijos con educación, cordialidad y un
tono de voz audible pero agradable.
2.
Enseñe las normas de buena
conducta en etapas y según su edad y nivel de comprensión. Por ejemplo, será difícil
intentar que un niño de 2 años ingiera sus alimentos con la boca cerrada. El no
sólo no podrá comprender la instrucción sino su coordinación física no le
permite comer con la boca cerrada. Espere a que tenga 4 ó 5 años cuando será
más fácil su control sobre el cuerpo.
3.
Mantenga como un principio el
uso de palabras y frases cordiales como “por favor”, “buen provecho”,
“gracias”, “disculpa”, “lo lamento”, “¿puedo?”, “permiso” y “buenas noches”
tanto como le sea posible. Anime a su hijo a hacer uso de esas frases.
4.
Limite el uso de palabras y
frases adultas cuando esté alrededor de sus niños.
5.
Evite burlarse y hacer críticas
de terceras personas por su diversidad, raza, forma de vestir, religión, edad y
costumbres, frente a su hijo. Demuéstrele su tolerancia a la variedad de
hábitos y preferencias individuales que existen en la sociedad y responda a las
preguntas que al respecto le haga. Así evitará que su hijo crezca aceptando y
promoviendo la discriminación entre sus iguales.
6.
Sugiérale a su hijo que use la
formalidad cuando se refiera a personas más adultas. Es decir, que emplee
“señora Pérez”; “señor Fernández”.
7.
Enséñele a su hijo el uso de las
normas básicas de etiqueta siempre cuando sea necesario. Instrúyalo a dar su
mano, mostrar respeto por las personas mayores o de mayor rango social, como
alcaldes, sacerdotes, maestros. Edúquelo en su comportamiento en lugares
públicos y entre conversaciones de adultos, indicándole cómo evitar interrumpir
conversaciones.
8.
Evite reprender a su hijo basado
en sus faltas de etiqueta acumuladas. Hágale saber su disgusto
y corríjalo inmediatamente cometa una infracción a la etiqueta.
9.
Asegúrese instruir a su hijo
primeramente en privado, en casa. Hágalo sentir cómodo cuando le esté haciendo
indicaciones delante de sus hermanos y otros familiares en el hogar.
10.
Felicite a su hijo por su
buen comportamiento. Hágale reconocer sus progresos.
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